Tu cuerpo cuenta con el alimento más completo de la naturaleza.
Cuando por fin tienes a tu bebé en brazos, lo que más deseas es apretarlo fuerte y darle toda la protección que puedas. Ese instinto maternal te lleva a alimentarlo y, aunque no estés muy segura cómo, le ofreces tu pecho para que se agarre firmemente. Tu bebé también obedece a su propio instinto y succiona.
Mes:
La canastilla de imprescindibles para tu bebé.
Además de la ropa y la cuna, tu bebé necesitará artículos muy útiles en su vida cotidiana.
Se acerca el gran día y parece que ya tienes todo listo para recibir al nuevo miembro de la familia: cuna, cambiador de pañales, cajonera, cochecito y bañera. Por supuesto, has guardado con mucho cariño la ropita del bebé: bodys, camisetas, patucos, los gorritos, las polainas y las mantitas con las que recibirás a tu bebé y también reservas un lugar especial para sus primeros peluches.
Las pataditas del bebé, su mejor forma de comunicarse.
Algo se ha movido dentro de ti y no es ni tu estómago ni tu intestino: ¡es tu bebé! Te parece increíble pero… ¡Ahí está otra vez! Tal vez esté dando vueltas, tal vez se está acomodando o tal vez está explorando su casita-útero. No estás muy segura de lo que hace pero puedes apostar a que él o ella se está manifestando.
Embarazada y resfriada: cuidado con la automedicación.
Antes de tomar esos medicamentos que sueles tener en casa para el resfriado o el catarro, piensa que podrían afectar a tu bebé.
El invierno es época de abrigos y chocolate caliente, pero también de enfermedades y las más frecuentes tienen que ver con la gripe. Un leve resfriado o un fuerte constipado pueden arruinarte el fin de semana, pero la cosa puede complicarse si, además, estás embarazada...